jueves, 27 de agosto de 2009


Fahhh que temeraria afirmación, dirá alguno de uds. que leen esto. De donde sale este pensamiento?

Leo en el diario “ El segundo entrenador más joven de Primera (36 años) puso en marcha un plan que se subdivide en “mística”, “profesionalización” y “el momento de la verdad””

Epa, epa, epa!! Que están leyendo los técnicos de futbol que no leen los gerentes?

Leí este artículo estando fuera de mis papeles, así que antes de escribir este post, me fui a la biblioteca a fijarme la fecha del libro “el momento de la verdad” de Jan Carlzon y Tomas Lagerström y resulto ser la edición original de 1985!!!!


Entonces me pregunte, como es posible que un técnico de futbol, hable un lenguaje propio de un gerente, haya leído o conozca de las propuestas de un sueco y que innumerables gerentes con los cuales hablo o tengo contacto, ni por las tapas vean temas de gerencia básicos para su tarea diaria y sobre todo para formar equipos? Porque todos sabemos de los libros de moda, de tendencias vendidas como solución a todos los problemas como “six sigma” sin saber el contexto en que se aplicaron y porque. O acaso en los cursos de cinturones se arranca por conocer la historia de Motorola o se ve porque Jack Welch se predispuso a usar ampliamente esta herramienta en GE? Por supuesto que no, que nada más alejado de la realidad, que querer emplear herramientas porque “nos la enseñaron” en cualquier contexto y sin ningún pretexto. Porque de este modo pasa a ser más importante el qué, que el cómo y el porqué. Y es ahí donde vienen los fracasos, por querer forzar aplicaciones que tienen su uso en determinadas condiciones. A nadie se le ocurriría apretar las tuercas de las gomas del auto con una llave francesa, siendo que está en ocasiones es una herramienta versátil para apretar o sacar tuercas. Pero cuando se está en determinadas posiciones, una llave cruz fija tiene mejor palanca. Y si estamos en una posición de gerentes, que herramientas usamos? De donde nos nutrimos para ser más eficientes en nuestro trabajo?

El momento de la verdad de Jan Carlzon.

El término del primer capítulo, que da origen al libro hace mención a que se debe descender al menor nivel posible que este en contacto con el cliente o con el producto. Para eso se necesita explicitar las pautas y luego dejar que se resuelva por quién tiene incidencia directa sobre el resultado.

Es evidente que a Diego Cocca, alguien le acerco el libro para su lectura ( Godoy Cruz es un club que esta gerenciado profesionalmente) y sobre todo una parte donde Carlzon compara a un gerente con un director técnico de futbol.

En el futbol, el entrenador es un líder cuyo trabajo consiste en seleccionar los jugadores adecuados. Debe asegurarse que su equipo entre a la cancha en las mejores condiciones para jugar un buen partido. En la cancha hay un capitán – análogo a un gerente – con la autoridad para dar ordenes y cambiar las estrategias por donde atacar, que jugada ejecutar en una pelota parada, entre otras responsabilidades delegadas. Pero lo que es más importante, son los jugadores de modo individual, los que tienen la mayor cantidad de decisiones importantes. Si hay una pelota picando en el área, con el arquero caído. A ningún jugador se le ocurre ir corriendo hasta el banco para preguntarle al técnico que tiene que hacer. Simplemente patea y hace el gol.

Sin embargo en muchas empresas se busca tener el control, hasta de las menores decisiones como el patear al arco. De ese modo poco se logra, ya que el gerente o director, termina abrumado por decisiones menores. Y paradójicamente, muchos creen que son buenos gerentes porque están todo el tiempo ocupados resolviendo temas menores!!!

Carlzon comenta que en su primer cargo directivo se la pasaba dando ordenes “hace esto”, “ahora quiero esto otro” “pienso esto”. D este modo dice “tomaba cada vez más decisiones con muy poco conocimiento, experiencia o formación” . Hasta que un colaborador le dijo que la empresa no buscaba que el tomara todas las decisiones por su cuenta. Lo que se buscaba era que él creara una atmósfera apropiada y las condiciones necesarias para que los demás hicieran un trabajo mejor.

Veamos algo de lo que propuso en un proyecto basado en aspectos que no se abordan: “transmitir una identidad de juego”, “encontrar un espacio de trabajo ideal para potenciar al máximo” a sus dirigidos e incorporar una “educación alimentaria” para los futbolistas.

Se trata, en definitiva, de una medida a largo plazo y se divide en tres etapas:

“ la mística, la profesionalización y el momento de la verdad”.

En la primera, el factor preponderante se centra en los métodos de juego. Cocca remarca su intención de crear “una identificación en el campo” y “una mentalidad ganadora en todas las canchas” a partir de un “trabajo prolongado y perfeccionista”.

Cocca apunta a profundizar la profesionalización de un plantel que en su mayoría está conformado por jugadores que surgieron del Ascenso. Por eso, el técnico buscó optimizar el “lugar ideal de trabajo”

(sobre todo el césped de las canchas de entrenamiento y del estadio mundialista), “la potenciación física” y “el aspecto nutritivo”. La educación alimentaria –¡que hasta incluye desayunos en el vestuario!– se pensó porque los jugadores venían desde su casa sin desayunar ( hábito para la mayoría) y luego no rendían en el entrenamiento.

Contrariamente a lo que se puede creer, el presidente del club, Mario Contreras, negó que todas estas tareas hayan incrementado los gastos. “En nuestro diseño económico todo esto está contemplado. Nosotros preferimos desestimar un jugador caro o muy caro y seguir invirtiendo en estas cuestiones”,

La solución para la crisis del fútbol no aparece desde la parte económica. Tiene que salir de la parte humana y, por supuesto, debe ser apoyada por la economía de los clubes. La filosofía en Godoy Cruz pasa por ese lado, y por eso no es casualidad que Diego sea el técnico”, dijo Contreras.

El tercer y último período de la curiosa preparación que estipuló Cocca se refiere a lo que todavía no ocurrió: “el momento de la verdad”, - el juego por los puntos- .

Para eso instruyó evitar “la acumulación del cansancio”, “planificar estrictamente cada partido” y “recuperar física y mentalmente a cada jugador”.

"Lo importante es la dignidad con la que se recorre el camino para llegar al objetivo”

1- La Mística

•Transmitir una identidad de juego

•Crear una mística de trabajo, buscando un compromiso total del jugador, y de todos los integrantes del equipo de trabajo.

•Inculcar mediante esa “identidad” una mentalidad ganadora en todas la canchas

•Planificación a corto plazo: sumar la mayor cantidad de puntos hasta la finalización del torneo.

•Buscar una mejor ubicación en la tabla, antes del torneo clausura, que es mas complicado porque es donde se definen los descensos.

•Las claves de esta etapa: identidad de juego-mentalidad ganadora-trabajo prolongado y perfeccionista.

•2- La Profesionalización:

•Diferenciación de 2da. a primera división

•Planificación de la pre-temporada.

•Buscar el lugar ideal para potenciar al máximo a los jugadores.

•Evaluaciones grupales e individuales: test, de campo y de laboratorio.

•Potenciación física y desarrollo táctico por líneas.

•Se incorporó el área de nutrición: evaluación antropométrica, planes individuales de alimentación, hidratación.

•Influencia de la alimentación e hidratación en la prevención de lesiones.

•Incorporamos junto con el departamento medico-kinesiologico. el área preventiva. exámenes de biomecánica. técnicas de recuperación post partido.

protocolos para agilizar la vuelta de los lesionados. ejercicios específicos preventivos.

las claves de esta etapa: comida sana- entrenamiento de alta intensidad- desarrollo táctico específico por líneas.

3- El momento de la verdad

•Entrenamientos cortos y / o largos según las necesidades del grupo.

•Incorporamos el desayuno obligatorio, con un desayunador en el vestuario.

•Planificación partido a partido.

•Trabajo en equipo con mucha coordinación en todas las áreas (nutrición, kinesiologica, médica, reserva) muy planificadas, estudiadas y habladas.

trabajando desde el mínimo detalle.

•Buscamos cargas “individuales” según las necesidades de cada jugador.

•Mejorar sus falencias – acrecentar sus virtudes.

•Evitar acumular cansancio físico y mental.

•No perder de vista el objetivo final, y perfeccionar día a día el camino que me llevaría a lograrlo.

las claves de esta etapa: intensificación del trabajo táctico- entrenamiento individual hacia la necesidad del jugador- alimentación y prevención-recuperación física y mental

Ahora comparemos esto que es la experiencia de un manager exitoso, con lo que propone un director técnico y lo que hacen los gerentes que vemos todos los días.

Habrán escuchado innumerables veces que “hay que ponerse la camiseta de la empresa” “ hay que demostrar mas compromiso con la empresa” “El éxito de la empresa es el éxito de uds”. Cambien empresa por club y el discurso es adaptable para un técnico. Sin embargo los técnicos entrenan a sus equipos ( cuantas horas de entrenamiento y capacitación dedican en su empresa?) los motivan con premios, regalos, premios por objetivos ( hay esto en sus empresas?) Crean mística dentro del grupo, fomentando el orgullo por estar donde están y no temer competir con nadie. Que no importan los recursos ( los grandes nombres de los jugadores) sino las ganas de ganar y trascender ( pasa esto en tu empresa o todos pelean por una mejor PC, se quejan de las dificultades y la excusa es lo permanente?)

Me parece que los gerentes, más que ver fútbol, deben ver más las estrategias de los DT.

A partir de entonces, podremos decir que los gerentes empiezan a cumplir con su verdadera función para las cuales se los contrata.



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