recuerdo en una de las fábricas que estabamos organizando, desde la construcción de la nueva planta, hasta que vender, en que cantidades y en que tiempos entregar. Estaba en una sala de reuniones, con las notas del análisis y el relevamiento de los metros, cuando llego a la sala un viajante, quejandose porque un pedido " de él" no se habia enviado. Jorge, es el nombre del vendedor, refunfuñaba, por lo mal que lo estaban haciendo queda rcon " sus clientes" al no entregar los 4 productos del "780" - código del artículo- de unos productos de una línea económica. Lo mire a Jorge y le pregunte por el precio de esos artículos ( insignificantes en la facturación total) y el cliente que los tenia que recibir, tampoco aportaba nada a la torta general. Repasando estos numeros que por ese entonces eran de unos 3000 productos diarios fabricados y distribuidos en unos 120 remitos y le pregunte si alguien le habia comentado esos numeros.
Sin embargo para él, esos productos eran importantísimos. Atender a los clientes bien, es importante, tanto en época de crecimiento de la demanda, como en épocas donde esta baja, hay que optar.
Y no se puede entregar todo y a todos los clientes- paguen estos bien, regular o mal -, porque entregar a cualquier costos no es sano para la salud de la empresa. Sin embargo la naturaleza del vendedor nato, hace que quiera entregar tanto el pedido de $2, como el de 1 millón, generando rispideces con producción. Y como los vendedores tienen relación directa con dueños o gerentes, los retos o rodadas de cabeza se dan siempre entre los de planta. Y ahi van por la vida, los vendedores, con el trofeo de las cabelleras de los de producción ,colgadas del espejito retrovisor, bamboleandose al ritmo de los baches.
Y ante este tipo de cosas, no hay lean manufacturing que valga o programas kaizen, lo que gana es la sinrazón y habrá que buscar en otras herramientas los problemas de todos los días.
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