jueves, 8 de octubre de 2009

trabajo en equipo, parte 2

Para continuar con esta saga en 3 partes del trabajo en equipo.
A contuación estan los ppt del trabajo en equipo desarrollados por personal de La Valenziana.
veremos cuales son las diferencias entre los grupos de ganadores y los perdedores.
Ser diferentes. Tener Alma. Ponerle Pasión a las cosas. Fijarse en los detalles. Construir una cultura. Trabajar para la comunidad. Cuentas claras. Perseverar.
Reinventarse continuamente.
Veamos cada punto en partícular a la hora de trasmitirle estos valores a los equipos que vayamos formando.

Ser diferentes: Si somos uno más, somos uno menos. Cualquiera que pone un negocio ( desde un kiosco hasta una empresa) sabe o intuye que debe diferenciarse
de la comptencia. Sin embargo cuanto mas consulta, mas información de ser igual al resto va apareciendo, hasta perder toda diferenciación.
Sin embargo cuando las personas entran a las empresas, lo que se trata de matar es lo que nosotros queremos como negocio. Los queremos a todos
iguales de cuadraditos y arreglados. Que nadie salte las vallas de la estandarización. Sin embargo despues se le pide creatividad y participación.
Que contrasentido!!!
Ser diferente implica tener algo que todos recuerden. En una empresa puede ser una garantía especial, un servicio fuera de serie o,
vehículos impecablemente limpios, por dentro y por fuera, a pesar de la nieve barrosa del invierno,

Ponerle Pasión a las cosas. No es un tema menor, el grado de motivación de quienes trabajan. No se puede pedir que se "pongan la camiseta" y no tener
acciones en consecuencia para lograrlo. Nadie quiere a su trabajo de un día para el otro.
El tema es como los dueños o directores contagian esta pasión. La vida de un empresario es por momentos estimulante y casi siempre agotadora.
Sólo la desenfrenada pasión por lo que hace, logrará que sobreviva a las 14 ó mas horas diarias (mes tras mes) y a los dolorosos errores que
son parte de la experiencia y del derecho de piso que hay que pagar. Esto solo se logra por la pasión que se le pone.


Fijarse en los detalles es lo que distingue a una persona que se destaca, de otra a la cual todo le da lo mismo.
Mientras que los productos deben estar armados para llamar la atención, sólo una realización excelente ( lo que el producto es capaz de hacer)
lo convertirá en numero 1.
Es común ir a comprar ropa y que este deshilachada, o que tarden en atenderte en un restaurant o que para ejecutar la garantía te den 1000 vueltas.
Desde la llegada de los shoppings como metodo de comercialización, ya no es una odisea tener que ir a baños que había que entrar con ropa de buzo,
y mascara antigas. Eso son detalles y no menores a la hora de elegir un paseo de compras.

Construir una cultura. No hay que ser Mc Donalds o Microsoft o Disney para tener una forma en la cual las cosas se hacen de un modo dado.
El espíritu, la energía y el profesionalismo marca el tono del servicio que se está ofreciendo.
Válido para Una empresa con 1 ó 2 empleados como para otra de 100. Ambos casos pueden tener tanta cultura empresarial y tanto el espíritu distintivo
(para bien o para mal) como sus grandes colegas. La mayoría de las cosas que hacen los grandes también se aplican a su pequeña (o mínima) empresa.


Trabajar para la comunidad. No está escrito en ninguna parte que sólo el banquero local o el dueño de la concesionaria de automóviles de la ciudad
pueda organizar un programa para reunir fondos adicionales para la biblioteca pública o pagarle un bien ganado viaje a la banda del colegio secundario.
Participar en las actividades comunitarias, con tiempo más que con dinero es, a la larga, un buen negocio. Hace que se conozca su nombre y su persona y,
lo mejor de todo, lo convierte en un potencial empleador atractivo (lo cual es la clave para el éxito sostenido).


Cuentas claras. las cuentas claras mantienen la amistad, dice el dicho. Porque debiera ser distinto en una empresa. Los números a la vez deben ser conocidos
por todos. Cuanto cuestan los errores, un reclamo de cliente, cuanto cuesta no cobrar y tener que salir a cambiar cheques.
Un equipo no se crea creyendo que todo es vender y que se cobra asi nomas. Y es tarea de la empresa poner en conocimiento los inconvenientes del día a día.
Por más grande que sea la empresa. No hay manera de crear conciencia de equipo sino se entiende como funciona el negocio y como afecta el bajo rendimiento
al negocio en sí.

Perseverar. Cualquier empresario de éxito lo ha sido porque tuvo empuje a pesar de las dificultades. En mucho el camino hacia el éxito estuvo signado
por fracasos iniciales. Hay millones de cosas —sí, millones— para aprender sobre cómo manejar un nuevo negocio.
No importa cuántos buenos libros se lean sobre el tema, ni con cuántos colegas consulte, el aprendizaje hay que hacerlo dandose porrazos.
La palabra clave en cualquier negocio es, por supuesto, aprender. Aprender de sus primeras metidas de patas, pequeñas y grandes, y despues hacer
ajuste tras ajuste...

Reinventarse continuamente. Es triste comprobar que, aun cuando debiera ser a la inversa, las pequeñas empresas son siempre más innovadoras que
las empresas grandes. La burocracia de las empresas grandes, hace que si tienen éxito, tienden a quedarse atascadas en un surco,
machacando hasta el cansancio sobre las brillantes ideas de ayer. Si un negocio tiene éxito, no faltará quien lo copie. Pero los gerentes empiezan a pensar
mas en sus carreras políticas dentro de la estructura que en mejorar el negocio en sí. En muchas empresas grandes, nadie quiere meter la pata y se tiene
la esperanza de avanzar porque son otros los que se equivocan y no por los logros de cada uno.
Tambien es cierto que el éxito de muchas empresas no vienen por reiventarse ni por sacar nuevos productos o negocios, sino por su capacidad de lobby.
Pero cuantos hay que puedan ser más poderosos rosqueando que siendo eficientes?
Y si vos tenes una empresa chica o trabajas en una de ella y se empieza a tener temor de cambiar aquello que dio éxito, pensa que las cosas no son para siempre.
Esto significa que sus dueños deben tener un hambre permanente de revolución y reinvención,
no sólo de mejora y perfeccionamiento. Por desgracia, esto es más fácil de decir que de hacer. Aferrarse con pasión a la idea que condujo al éxito
puede convertirse en un lastre pesadísimo cuando llega el momento de implementar cambios fundamentales.


Una mirada de equipo por Analia Dimenco



la ley de la confiabilidad por Marcelo Yometti


mi forma de entender el apoyo en grupo por Rodrigo Egidi


que entendí yo por la ley de la identidad, por Romina Bianucci

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